Dentro de la ejecución del proyecto se dictó un curso de
turismo regenerativo al que asistieron 15 personas. Con los estudiantes del
curso se realizaron diferentes salidas de campo al humedal Barbacoas, allí se
realizó un inventario de fauna y flora, por medio del cual se identificaron diversas
especies.
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En el análisis del monitoreo en campo se logró determinar la
presencia de especies regenerativas, que son aquellas formas de vida que están
adaptadas a los ecosistemas que habitan y permiten que otras especies lleguen a
complementar los ciclos ecológicos. Una forma de identificarlas es a través del
saber primario de campesinos que las denominan “nacederos” pues las especies
regenerativas son plantas y animales que estimulan la retención de agua en el
suelo.
Una especie regenerativa se mantiene en equilibrio junto con las demás, es decir, permite que otras especies nativas se desarrollen, por ejemplo, el yarumo plateado es un indicador positivo de los bosques andinos, ya que sus frutos brindan alimento para aves y murciélagos.
Otro grupo de especies identificadas en la zona fue las invasoras, aquellas que se reproducen descontroladamente quitando espacio y recursos a las demás, se debe tener cuidado pues una sola especie invasora puede destruir ecosistemas enteros. Estas especies fueron traídas voluntariamente por el hombre en sus dinámicas de transformación del paisaje, un ejemplo notable en el altiplano y el humedal Barbacoas es el ojo de poeta, que, al cubrir árboles con sus zarcillos y enredaderas, limita el crecimiento de otras especies nativas andinas.
En el territorio existen otras especies como las de uso productivo que en algunos casos y por mal manejo, se convierten en un problema ecológico y de contaminación para el ecosistema, un ejemplo en el humedal Barbacoas son los cultivos de pesca recreativa y con fines productivos que llenan los afluentes de residuos cargados de fósforo y nitrógeno, causando eutrofización e impidiendo el desarrollo de los peces nativos de la cuenca.
En el humedal Barbacoas también habitan especies peligrosas como el caracol africano, que fuera de ser un depredador de la flora, descarga sustancias nocivas y tóxicas para los humanos, este tipo de especies deben ser reportadas en las instituciones locales de riesgo.