El cambio climático es la variación global del clima en la tierra, puede ser causado por fuentes naturales como las erupciones volcánicas, pero a causa de las acciones humanas degenerativas se ha acelerado provocando un desequilibrio en el ambiente e impactando fuertemente todos los aspectos de la vida en el planeta. Nuestra civilización ha emprendido un camino peligroso que podría llevar a su pronto colapso si no se toman acciones correctivas urgentes, pues cada vez son más rápidas e imposibles de desconocer las afectaciones que sufren los ecosistemas (Müller, 2016).
El cuidado de la naturaleza no es una prioridad cotidiana para la mayoría de las personas, desconociendo que los humanos no podemos vivir sin ella, no solo porque nos provee de alimentos, agua y otros servicios ecosistémicos, si no por el disfrute de la existencia misma. ¿Dónde podríamos encontrar nuestra inspiración para la vida cuando los océanos estén muertos, nuestras playas erosionadas e inundadas, los paisajes se hayan transformado en monocultivos estériles para la producción de biocombustibles y las áreas protegidas hayan perdido su capacidad de servir de hogar para la enorme biodiversidad con la que hoy tenemos el privilegio de compartir nuestro hermoso planeta? (Müller, 2016).
Es por esta razón que debemos impulsar un desarrollo regenerativo, cambiar la constante corriente destructiva y explotadora por un sistema en comunidades, ecosistemas, economías regionales y la biosfera como un todo vivo y en constante transformación, para co-crear un ambiente más saludable, en el que todas las formas de vida pueden prosperar, no solo sobrevivir (Wahl, 2021).
Entonces ¿Qué es el desarrollo regenerativo?
El desarrollo regenerativo busca recuperar el bienestar de los sistemas de la tierra y los nuestros ya que estamos interconectados, se refiere también a restaurar la salud de los ecosistemas, no solo reduciendo el impacto negativo, sino revirtiendo el daño que hemos causado a la naturaleza. Adicionalmente, busca garantizar la presencia de los elementos naturales, al repensar y rediseñar los sistemas humanos (político, económico, social y cultural) de manera que se reconecten con el medio ambiente. Este es un concepto en evolución que se basa en varios principios y está abierto a aprendizajes constantes, así como funciona la vida con la evolución (Teruel, 2018).
El desarrollo regenerativo es holístico, dinámico, sistémico y se basa en los mismos pilares del desarrollo sostenible, involucrando adicionalmente el pilar espiritual. Esta visión está enfocada no solo en frenar la degradación si no en buscar la regeneración de cada componente, lo cual implica una mejora permanente que impulse una reducción de la huella ecológica mundial (Müller, 2016).
Un ejemplo de aplicación del desarrollo regenerativo son las
ecoaldeas, comunidades intencionales con un objetivo y una visión del mundo en
común que posibilitan la decisión de convivir juntos en un espacio, de
mantenerse y generar las condiciones ecológicas necesarias para lograr
sostenerse en el tiempo.
Las ecoaldeas se caracterizan por ser iniciativas civiles privadas, en las que el aspecto comunitario es de vital importancia, se intenta recuperar en cierto grado el control sobre los recursos de la comunidad (rechazando la visión dominante del consumismo), con una fuerte base de valores compartidos, actúan como centros de investigación, demostración y en la mayoría de los casos, de formación (Muñoz Villarreal, 2018). Diseñan procesos y estrategias basados en la observación de patrones y ciclos naturales que permiten la comprensión y recreación de formas sostenibles y regenerativas. Las ecoaldeas están creando las bases de una nueva sociedad a través de la revalorización del ser humano, la naturaleza y redefinición de la vida (Mattos, 2015).
Turismo Regenerativo
En la actualidad, el turismo es uno de los sectores que más
representatividad tiene en el mercado, por ende está fuertemente ligado con el
desarrollo del territorio, si bien el turismo ha tenido un gran impacto en la
economía, también ha traído consecuencias positivas y negativas para las
comunidades.
El turismo masivo y el que se ha desbordado por la poca
planificación del territorio tiene consecuencias negativas como la afectación
sobre el medio ambiente, ya que las áreas naturales de gran demanda y alto
flujo de visitas las convierte en ecosistemas vulnerables, que la mayoría de las
veces sufren destrucción, desequilibrio ambiental y pérdida de costumbres de
comunidades receptoras.
Desde años atrás e incluso hasta el día de hoy, el turismo de masa ha impedido el desarrollo y progreso del territorio y la población, para lograr solucionar este problema es necesario un cambio estructural del modelo de desarrollo turístico como lo menciona Acerenza M. (1991).
El turismo regenerativo alineado y relacionado con el
propósito del desarrollo regenerativo, busca principalmente crear una
experiencia transformativa y de conexión ambiental en los visitantes, que
acerque emocionalmente a los viajeros con el entorno, la naturaleza y la
comunidad que la habita. Existen muchas alternativas para despertar estas
emociones, como pasar la noche en una casa rural, meditar en medio de la
montaña, compartir con los nativos de la zona y todo tipo de interacciones que
el viajero pueda tener con todos los elementos y personas del territorio que le
proporcionen valores sensoriales, relacionales y cognitivos.
Existen tres relaciones principales que pretende lograr el turismo regenerativo por medio de las experiencias transformativas:
En el turismo, ésto se logra con en el encuentro, dado que es un fenómeno que está relacionado con las motivaciones profundas de los viajeros. La persona que viaja está en búsqueda de otras personas y su cultura (el otro) y otros lugares (la tierra, la naturaleza). Por otro lado, la relación que existe entre los locales y su lugar, y los locales con los visitantes, es clave para la experiencia y regeneración que existe como resultado de ese encuentro.
En el diseño de las zonas turísticas se deben crear espacios para el encuentro entre el visitante, la comunidad anfitriona y el lugar en sí. Una comunidad local que está en contacto con la naturaleza, potencialmente podría adquirir esa importante conexión con ella y comprender su funcionamiento.
El redescubrimiento del lugar en el que se basa la regeneración, puede contribuir a un sustento que mejore la calidad de vida de los locales. Es un llamado para redescubrir lo que significa ser nativo de un lugar, desarrollar raíces y crear comunidad en medio de un mundo cambiante. Para conseguirlo se requiere un cambio de mentalidad sobre cómo vemos el lugar, cuál es su valor y rol inherentes en el mundo (económica, social, cultural y ecológicamente) y cuál es nuestro rol ético como humanos para co-crear y evolucionar con los lugares donde vivimos (Teruel, 2018).
Por otro lado un modelo óptimo de turismo regenerativo debe contar con los siguientes aspectos
El diseño experiencial tiene un gran potencial para generar vivencias transformativas en el visitante y el visitado (comunidad anfitriona).
Es beneficioso un diseño interdisciplinario, donde se usen los principios de la llamada “eco-lógica”, es decir, la lógica de los sistemas naturales.
Un lugar expuesto a un gran número de visitas se debería construir según las características del sitio y no bajo fórmulas globales de ingeniería, ya que se podrían perder oportunidades para usar la infraestructura natural.
La participación de los actores sociales es muy importante, es necesario pasar de la consulta a un involucramiento real. Debe existir un diálogo continuo entre los diseñadores, los órganos de gobierno, la comunidad u organización y la industria.
La participación en el diseño e implementación de políticas públicas se instrumenta a través de la planificación estratégica y la cooperación público-privada.
La mayoría de las propuestas teóricas en torno a la regeneración vienen de una visión integrada de la observación de la naturaleza y el funcionamiento de los ecosistemas (Teruel, 2018).